Hola buenas tardes a todas soy Nora Gómez y
soy presidenta de la asociación DEKUMAS LBT.
Una Asociación cuyas siglas significan, DE “deportiva” Ku
“kultural” MAS porque somos todas “mujeres asociadas” y LBT de Mujeres Lesbianas,
Bisexuales, Transexuales, es
decir, mujeres que aman a mujeres.
Agradecemos esta
invitación del Parlamento de Navara para dar voz a la lucha feminista en el
ámbito LBT en el 8 de Marzo de 2019.
¿Por qué una asociación LBT y no LGTBI?
Porque
decidimos crear una asociación sólo de mujeres transexuales y cisgénero, todas lesbianas y bisexuales, porque, aunque hay potentes colectivos
feministas que luchan por el derecho de igualdad entre hombres y mujeres, en el
colectivo LGTBI todavía la mujer lesbiana y bisexual tiene una presencia y
participación escasa, como en el resto de la sociedad patriarcal.
Así que, no surgimos con el ánimo de rechazar la “G”
del colectivo LGTB, sino con el
ánimo de dar visibilidad y empoderar a la mujer lesbiana y bisexual, y así
impulsar proyectos que luchen en los objetivos de visibilidad, diversidad,
igualdad y presencia de la mujer lesbiana y bisexual en los ámbitos en los que nuestra asociación se
mueve que son: los sociales, culturales y deportivos. De
esta manera, promoviendo la
participación del colectivo de mujeres LBT en actividades culturales, pues la
mujer lesbiana es inexistente es la cultura popular, también en actividades sociales, de ocio y deportivas, conseguimos conectar
y visibilizar a las mujeres LBT, generando una red de apoyo mutuo y unión entre
nosotras.
También creamos alianzas con otras organizaciones feministas y LGTBI feministas, que fomentan
el empoderamiento de la mujer, la diversidad, la igualdad y la sororidad entendida como la alianza
entre mujeres que crea relaciones positivas y pactos para conseguir la
transformación social feminista.
En DEKUMAS LBT, somos
todas mujeres de ideología transfeminista que luchamos contra
todas las opresiones, incluyendo evidentemente la opresión sexual y la “normativa hetero patriarcal”, como
única visión del mundo.
Formar parte de un colectivo supone
tomar conciencia de identidad, de identidades,
pues se es y se está, desde una, pero se es y se está con las compañeras. Por ello, es tomar
conciencia de otras realidades: de la
compañera precaria, de la compañera migrada… En nuestra asociación hay
numerosas mujeres refugiadas de origen venezolano, colombiano, peruano, marroquí…
que han venido a nuestro país huyendo de la homofobia.
Porque somos todo lo que somos al mismo tiempo…, somos mujeres migradas, precarias,
inseparables de nuestra diversidad sexual... Por ello la lucha LBT es la lucha
transfeminista. Porque es indisoluble, porque el transfeminismo es la lucha
contra todas las formas de opresión.
Estar en una asociación de mujeres como la nuestra significa:
Gratitud: por el apoyo de las compañeras y de las instituciones que nos lo brindan.
Orgullo porque junto a mis compañeras, trasladamos la voz de muchas mujeres lesbianas y
bisexuales que todavía viven en la invisibilidad, creando una gran voz que sea
escuchada en la sociedad y en las instituciones.
Y también frustración: por la falta de
recursos tanto económicos, como humanos, lo que nos limita en nuestra idea de poder llegar en estructura y acciones
a todas las mujeres LBT, como, por ejemplo, las mujeres con diversidad
funcional, y no poder llevar a cabo tantos proyectos que nos gustaría realizar para
las mujeres LBT.
Con DEKUMAS LBT
hicimos que el sueño de las mujeres Fundadoras de esta Asociación se cumpliese.
Lo que comenzó con
apenas unos grupos de WhatsApp de mujeres LBT, posteriormente se fue
legalizando hacia una Asociación, para que mujeres como nosotras, tuviesen un espacio seguro para
visibilizarse.
Facilitar grupos y momentos de encuentro entre mujeres
LBT, debido a la mayor dificultad que
existe, tanto de encontrar a otras mujeres LBT, pues nos encontramos todavía dispersas y desorganizadas, o de “salir del
armario” para mujeres, era necesario hacerlo y hacerlo a través de la
cultura y del deporte, en ciudades pequeñas, en zonas rurales, donde las
mujeres LBT, y sobre todo a partir de los 40 años, tienen mayor dificultad para
relacionarse. A raíz de esto, una facilitadora feminista nos aportó hace un
mes un concepto que desconocíamos, se trata del término “glocal”, es, como se
puede entender, la unión de “local y global”, las acciones locales que tornan
en cambios globales. Para ello, es imprescindible tomar conciencia de identidad
colectiva. Pasar
de la concienciación a la “conciencia - acción”, visibilizarse con más mujeres LBT, y aquí, en este
parlamento, es dar presencia LBT a esta tribuna.
Nuestra conciencia tiene
nombres y apellidos propios. Se llama Silvia
Riviera, que además de trans, era puertorriqueña y lanzaba tacones contra la LGTBI
FOBIA en Stonewall y también lanzaba tacones contra la xenofobia, contra la
precariedad. Nuestra conciencia entiende que esa lucha aún permanece, y debemos
seguir lanzando tacones, contra las pintadas LGTBI FÓBICAS, aparecidas en
algunos municipios navarros.
Y
también se llama Empar Pineda, que como mujer lesbiana presidió la pancarta de
la primera manifestación del Orgullo en Madrid en 1977. Nuestra conciencia sostiene
aun aquella pancarta con ella, en 2019.
Ellas, nos han traído hasta aquí, junto con otras muchas mujeres LBT, arriesgadas, valerosas, y visibles que
dieron un paso feminista hacia adelante para poder caminar como mujeres
lesbianas, bisexuales, transexuales... Mujeres diversas todas, que generamos un
discurso propio, unas acciones propias, pero que contribuimos y sumamos, dentro
de la amalgama de subjetividades transfeministas. Empoderándonos y afianzando nuestra voz,
sabiendo que no es la única, pero que, por
el mero hecho de serlo, es valiosa.
Y yo,
que soy mujer transexual y lesbiana os doy las gracias, en
mi nombre y en el de mi asociación, a la presidenta del parlamento por esta
oportunidad y a las personas presentes por vuestra atención.